miércoles, 27 de julio de 2011

Wanda marcó un camino

Aún a quienes nos tira el voyeurismo, y recibimos con algarabía cual bandera de ceremonias esos aportes que dotadas figuras de la farándula sacan día a día a la luz en la red, no nos dejan de sorprender los desenlaces.

O la falta de ellos.

Nadie hubiera imaginado que se regresaba de tales exposiciones. Paris Hilton o Pamela Anderson fueron estigmatizadas (inclusive por ellas mismas); la misma Mónica Lenguinsky, perdón, Lewinsky, se sonrojó un cachito tras el affaire chupaclinton.

Hoy no pasa nada.

O lo que les pasa a veces es, justamente, una mayor inserción social.

Algunos de nuestros mayores deben recordar cuando no se conocían ni los tobillos de las actrices.

Nadie hubiera osado imaginar performances felaces de una Pinky, una Tía Valentina o una Olga Zubarry.

(Okay, de Zubarry tal vez. Hizo un famoso desnudo.)

Hace un par de décadas era impensable que una personalidad se mostrara en un acto sexual. A nadie se le “traspapelaba” una foto en tarlipes con tanta facilidad.



El fenómeno se fue dando de la mano de la tecnología; y los exhibicionistas encontraron nuevos campos para su bola-lessismo.

“Sí, soy yo, pero esa no es mi rodilla”.

“Ese baño es mío, pero mis azulejos no están tan sucios”

“Soy yo; sí. Uy, no sé cómo se filtró este video en el que voy de cuerpo sobre mi primo Alfredo…”


Y esto recién empieza. Ya deben estar temblando varios ex novi@s, por filmaciones que irán saliendo a la luz con rápido efecto dominó.

Despedidas de solter@s, estudios ginecológicos o hasta lavajes de colon de famosos pulularán por la red como promociones de viagra.

Hoy apareció una nueva entrega: Silvina Luna (y el aplauso de la gente). Tal vez extrañaba Gran Hermano. O un ex despechado (se le fueron esos pechos) la mandó al frente. ¿Y a quién veremos mañana?


Recién empieza; esta suerte de “intimidad robada” parece ser viral (thelma).

¿Se dividirá la gente en mirona o mirada?


Ojo; no me rasgo las vestiduras (para no mostrar nada). No soy pacato; pero reconozco que me genera contradicciones, sobre todo desde que soy padre.

Y Wanda vive en San Pete-sburgo con marido e hijos, y yo me paranoiqueo frente a los míos y ante ciertos programas les tapo rápido los ojos.

Mientras se dejan, y yo tengo más fuerza.



2 comentarios:

  1. Buenísimo, Pablín! No sé por qué, me acordé de Café Fashion... tu inteligencia y mi resignación... en fin... Beso.

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  2. je, lo de Usuahia? que buen viaje. Aunque no recuerdo "tu resignación". Ni mi inteligencia. Beso.

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