viernes, 27 de agosto de 2010

Notorious - Viernes 3 y Sábado 4 de Septiembre


domingo, 1 de agosto de 2010

Nota sobre TODOS LOS HOMBRES SON SOLTEROS


Las Rosas, Julio 2010 - N° 164

ENTREVISTA a PABLO NOVAK

POR MARIANO CASAS DI NARDO / FOTOS: VICTOR CANDIA


El compositor, actor, músico (y varias cosas más, incluso escritor), en una charla imperdible sobre histerias masculinas y demás azares.


En una sociedad abstracta, virtual y anónima como la actual, donde la sobre comunicación y la abarrotería de estímulos hacen de puente entre un corazón y otro, es lógico que el amor se haya convertido en un espejo empañado de difícil reconocimiento. Las almas deambulan por la ciudad como células febriles en busca de vaya uno a saber qué y ya nadie se encuentra con nadie. Facebook y Twitter son los campos de interacción más frecuentados y las conclusiones son tan certeras como asombrosas: un amplísimo rango de jóvenes entre 25 y 35 años cada día más solos y perdidos.Todo esto y mucho más parece haber alimentado a Pablo Novak para escribir “Todos los hombres son solteros, Historias e histerias masculinas”, que a base de humor y verdades irrefutables, describe y se ríe de lo intransigente, insatisfecho, primitivo, serial y obvio del pensamiento masculino.

“Siempre toco el tema de las relaciones humanas. En todo lo que hago, ya sea música, teatro, guiones o ensayos, trato de hablar de los encuentros y desencuentros: la poca coincidencia, la falta de timming para llevar una relación adelante y de la mala elección de la gente a causa de la soledad. Es muy loco el abanico de posibilidades que existen hoy por hoy, y a su vez, la dificultad para encontrar en esa inmensidad, alguien con quien pasar un determinado período de tiempo y con la cual hacer cosas importantes. Porque está comprobado que nada es para siempre. Que no existe más el matrimonio para toda la vida y que después de una determinada cantidad de años, pasa a ser un laburo y un esfuerzo cotidiano más. ¡Pero ojo! A mí me encanta estar en pareja. De hecho en el último cuento del libro yo recomiendo estar en pareja. Me parece un estado genial. Pero bueno, es un laburo y hay que estar coincidiendo y negociando permanentemente y anulando la fantasía o por lo menos mentir u ocultar un poco”.

Compositor, actor, músico, guionista, jinglero y recientemente convertido en escritor, Pablo Novak regala un manto de sinceridad en un mundo donde la fantasía a más de uno hace perder la cabeza. Eso que él llama sincericidio y que le trajo más de un dolor de cabeza con su mujer, la bella Andrea Campbell. Alejado por el momento de la televisión y de la radio, este contemporáneo analista de la psiquis y de la testosterona urbana, reflexiona y narra historias del repertorio más infiel y opresivo.
“Estoy tratando de crear una nueva generación de personas que se hablen sinceramente. No entiendo por qué el hombre no le puede contar a su mujer que fantasea permanentemente. Los medios de comunicación están todo el día bombardeándote con sexo, sexo y sexo. Por la calle observás minas tremendas y si vas a la playa te volvés loco. Entonces por qué no podes usar eso para mantener el fuego en la pareja. En el libro, en uno de los cuentos, uno de los personajes le escribe al amigo una carta donde le explica por qué sí se tiene que casar pero también le avisa las cosas que le van a pasar y las cosas que va a tener que ceder, además de la templanza que va a necesitar. Hay una película de Woody Allen donde él se acuesta con una mina y ella lo halaga por su performance sexual, a lo que él le contesta: es que mezclé a una chica que vi hoy en la Quinta Avenida, con los pies de una chica que vi pasar por casa, con otra que vi en el Central Park y por eso me fue bárbaro. Y es verdad (risas). Es una ráfaga, son flashes, pero es así. No es que el tipo piensa en otra mina o lo hace para cumplir. Se desea a la mujer con la que se está pero esas imágenes son estímulos que se entremezclan aunque no se quiera. La grandeza está en reconocerlo o que al menos, la mujer no se enoje”.

Es duro lo que decís…Pero es así. Creo que si la gente hablase con esa sinceridad, sería todo más simple. No se puede discutir con los pensamientos y menos negarlos. Y el libro habla un poco de eso. Está mal hecho el mandamiento número 9: “Cómo no desearás a la mujer de tu prójimo”. Es una boludez total. Uno puede desear una oveja si quiere, puede desear cualquier cosa, eso es un poco lo que pregono.

Hablás como si fueras un soltero empedernido y que necesita justificarse…No, nada que ver. Estoy con mi mujer hace once años y medio. Y soy muy feliz.

¿Y cuando le vas con un planteo así qué te dice?

Me caga a pedos, pero se la banca.

Y qué es lo que te impide entonces concretar tus fantasías…Me impide lo mucho que tengo para perder. Además no me gusta hacer lo que no me gusta que me hagan. Pero de ahí a que se enoje si miro un culo por la calle, que igual se enoja (reconoce), que se la banque. Tampoco ser un desubicado porque es de mal educado, pero negar que el hombre mira, es de necios. Por eso digo que hay una falta de sinceridad total (piensa)… que a la larga termina perjudicando a la pareja. Porque se lo obliga al hombre a ser un mentiroso. Lo obligan a eso. Si reconocieran que el hombre es visual y necesita mirar minas, se relajarían. En cambio las minas no son así. A las minas le pasan otras cosas, a la mina le pasa por la sanata. Va por otro lado. El tipo es obvio, muy estético. Si la mina no lo entiende y se enoja es una boluda.

¿Y si tu mujer pensara así?

Está todo bien. A mí qué me va a joder que piense en Pablo Echarri. Sí me va a joder si ella actúa y le toca apretar con Pablo Echarri. Pero hay confianza y si elije estar conmigo para compartir su vida y tener hijos, es porque hay mucho crédito.

¿Tus amigos piensan como vos?
Están paranoicos porque dicen que fue un sincericidio. Y que así me va a ir. Pero estoy contento con el libro, creo que estoy haciendo un camino.

¿Y por qué hablar de estos temas con diferentes personajes y no contarlo desde vos?
En sí es una ficción. Son historias que imagino de casados, solteros, de maridos felices que se calientan con la maestra del hijo, de maridos infelices que se quieren matar, etc. Hay de todo un poco. Te podría decir que el veinte porciento es cosa mía y el otro ochenta son exageraciones y vuelo libre de las ideas. Todo está basado en el “What If?” Qué pasaría si me gustara la maestra de mi hijo, qué pasaría si me gustara la vecina o si la mujer de un amigo me tirara onda. Lo interesante fue que a la gente que más le gustó fue a los mayores de treinta, que es el rango más consumidor de libros. Sé que el libro identifica y eso me da tranquilidad. Además todo el mundo está de acuerdo con que ahora la histeria es masculina. Desde hace diez años, la histeria viró hacia el hombre, por culpa de la mujer, claro (risas).

¿Y por qué creés que pasó?
Es un poco todo lo que te comenté. Hombres hay, lo que no hay son hombres que quieran abrochar. Algo deben estar haciendo mal las mujeres que al hombre no le gusta. Igual, demográficamente hay más mujeres que hombres y a eso agregale que hay cada vez más gays. Entonces se complejiza más la cuestión. Por otro lado, la mujer se puso en un lugar más fálico y socialmente ya está a la par. Cambió mucho todo. Yo estoy retirado de las pistas, pero no sé cómo reaccionaría si una mina me avanzara o si se moviera con la autoridad e independencia de un hombre.

Que los medios de comunicación todo el tiempo te muestren como base lo inalcanzable, ¿Creés que repercute en las almas solitarias?

Totalmente. Y es mucho más agresivo para la mujer. Porque te muestran esas mujeres infartantes e imposibles y no saben cómo competir. El tema es que esas mujeres no andan por la calle buscándonos a nosotros. Deberían estar más tranquilas, pero no. Creo que hay categorías de mujeres y hombres. Por un lado están ellos, los Maxi Lopez, Ogro Fabbiani y las Wanda Nara; y por el otro estamos todos los demás. Y si uno pretende competir con ellos, pierde.

Pero el hombre se excita con eso…Porque el hombre común es un tarado, por eso la histeria. Se excita con eso pero tampoco puede competir con un Demichelis. Entonces se descarga con la mujer que lo puede querer bien. De por sí, el hombre siempre mira por detrás de la montaña. Está bailando con una chica linda en un boliche y mira alrededor por si hay alguna mejor. Y por cosas como esas es que surgen los desencuentros y las historias que relato en mi libro. Ahora bien, cuando el varón se queda y elije estar con una mujer, le empiezan a romper las bolas. Y no para. No conozco a un hombre casado que no me diga que la mujer lo tiene podrido. Porque digamos la verdad, en un noventa porciento, el hombre se casa para satisfacer a la mujer. No porque haya un interés genuino por el matrimonio sino porque no se quiere perder a la mujer que encontró, entonces se planta ahí. Pero empiezan a romperle las bolas y se vuelve al desencuentro primero.

No creo que tu mujer esté de acuerdo con esto tampoco...

Son charlas de varones (se ríe con complicidad)…

Pero en tu libro está y seguro que lo leyó…
Hay de todo en el libro. Hay tipos que sufren por amor y están los que hacen sufrir. Por ejemplo, hay una mina que deambula por varios capítulos y a todos los volvió loco. Porque reconozcamos que si bien hay hombres que van de cama en cama, hay mujeres que enferman a los tipos.

Eso a quienes les pasaría… ¿A los hombres de qué categoría?

Eso a todos. Yo tuve una novia hace mucho que había salido con varios tipos y a todos les rompió el corazón. Me acuerdo de estar en una reunión y encontrarme con tipos que me miraban diciendo: “¿A vos también te destrozó?”. Hay minas que destrozan a los tipos y van dejando muertos por el camino, que seguro tuvieron problemas con sus padres y son verdaderas viudas negras. Porque la mina es muy jodida también. Utilizan sus encantos y enferman a todos. Y cuando una mina corta la relación, te baja la cortina y fuiste, pero fuiste. No hay retorno alguno. En esa cuestión, el hombre es un poco más sensible y nunca cierra la puerta del todo.

Y la mujer también es visual o es más complejo el asunto…
La infidelidad femenina es todo un tema. Por eso hay tanta literatura sobre la mujer infiel. La infidelidad en la mujer es grosa (se pone serio). Es para pegarle un tiro (risas). En vez la del hombre es más básica. Recuerdo una obra de teatro donde actuaba Oscar Martinez, donde la mujer lo increpa porque la había cagado y él se defiende: “Yo no te cagué, sólo me masturbé adentro del cuerpo de una mujer”. Es lo que te digo, el tipo si quiere puede acostarse con un ñandú si está caliente y no siente que está traicionando a nadie. En cambio la mina no se va a ir con un ñandú. Se involucra. Estamos hablando siempre de una mina normal… no de una atorranta. La mujer normal si traiciona es porque pasan muchas más cosas. Si no, no habría prostitución. La prostitución es para varones. Ok, hay taxiboys pero serán para una o dos viejas locas. Todo lo demás es para hombres. La diferencia entre el hombre y la mujer en cuanto a la infidelidad es abismal.

Escrito de la forma más amena y sencilla posible, el libro tiene su moraleja: catarsis, proyección, culpa o paranoia solapada podrían decir los psicólogos más retorcidos; aunque es “noble sinceridad” el concepto que mejor carga la tinta de la pluma de Pablo Novak, el nuevo gurú de las relaciones New Age.

“Todos los hombres son solteros” es el libro que me hubiese gustado leer. Con la idea de que la gente se sienta identificada, se ría y con el que se pueda discernir. Si algún día lo veo en la góndola junto con los libros de Fontanarrosa, voy a estar más que contento.