jueves, 26 de marzo de 2015

Tiranía

Una mujer hermosa se agazapa en lo oscuro
Observando en silencio si servís de alimento
(Y si tenés suerte serás presa en su lecho
Si sigue hermosa luego, serás preso en su vida.)
Amarrado al perfume de una belleza indemne
El ejemplar que somos desconoce el que fuimos
Antes de aquél veneno sabroso y para siempre.

Una mujer hermosa duele cuando se ausenta
Sonroja y amedrenta, y así nos motivamos
Accionando efectivos, sacamos pecho al viento
Para que le parezca que todo lo podemos
(Pero la mujer bella nos puede, y es consciente
De que ya somos suyos aunque disimulemos
Nos tiene aunque corramos, su sol y continente.)

Una mujer hermosa es la mayor tiranía
Sirena sin quererlo, imán a pesar suyo
Avasalla y domina, una mujer hermosa.
Vas a mirar hacia ella; vas a escuchar su seda
Vas a tratar de amarla. Vas a intentar la huida.
La belleza constante va a acariciarte un rato

(Si tenés suerte un rato. Si no, toda la vida.)


                                                         PN.  Marzo 2015

Pablo Novak en Clásica y Moderna - 2014 - "Des-encuentros" (Pablo Novak)

Nosotros y los miedos

















Miedo, era atravesar ese túnel. 
Está clausurado hace décadas, creo. Una boca sale casi a la entrada del zoológico, la otra del otro lado de Libertador. La boca del lobo. Imaginábamos malhechores, moribundos, alimañas. Y mandábamos: adrenalina pura. No había nada. Supongo que no había nada. Oscuridad. Algún reo. Algún meo. Lo cruzábamos corriendo.

De niño pululaba la zona; como tantas otras: a los diez años mi zona de influencia podía abarcar todo Buenos Aires. Me iba de casa después del mediodía, a encontrarme con uno o más amigos y volvía en algún momento; cuando caía la tarde. Podíamos subirnos a un colectivo o tren y aparecer en cualquier lado. A perdernos. Aventurarnos. A provocarnos miedo. Ese miedo que uno se provoca a propósito cuando está acompañado. Solo, ni en pedo.

El miedo es a veces un aliciente para la acción. Nadie nos manda a hacer eso que hacemos para provocarnos el miedo. Que es en realidad ignorancia; es no saber, es entrar en lo desconocido. Es suponernos peligro, daño, dolor o muerte. Pero vamos hacia allí; sobre todo cuando estamos acompañados. Es al menos mi caso. No soy muy del unipersonal, pero en yunta me agrando y me motivo.



Las veces que avancé, es probable que haya trascendido algún miedo. En una historieta Larguirucho flotaba en medio del océano y aparecían tiburones. Se ponía a nadar a toda velocidad mientras decía: "yo no sé nadar; pero qué grán maestro es el miedo!"



El miedo no es sonso, es guapo. El miedo es valiente. Es nuestro aliado; el miedo nos protege, nos abraza, pero también nos hace correr hacia adelante. Y si estamos acompañados, es hermoso. Es una adrenalina que nos hace cruzar el túnel y llegar a salvo al otro lado, riendo juntos, excitados, lo logramos, qué cagazo, vamos de nuevo?

domingo, 15 de marzo de 2015

Mano a Mano by Goyeneche y Pugliese







"MANO A MANO"
Gardel - Razzano (música)
Celedonio Flores (letra)
interpretado por las Bibilas, GOYENECHE Y PUGLIESE!


Rechiflao en mi tristeza, hoy te evoco y veo que has sido
En mi pobre vida paria sólo una buena mujer
Tu presencia de bacana puso calor en mi nido
Fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
Como no quisiste a nadie, como no podrás querer.

Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta,
Gambeteabas la pobreza en la casa de pensión:
Hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,
Los morlacos del otario los tirás a la marchanta
Como juega el gato maula con el misero ratón.

Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones
Te engrupieron los otarios, las amigas, el gavión
La milonga entre magnates con sus locas tentaciones
Donde triunfan y claudican milongueras pretensiones
Se te ha entrado muy adentro en el pobre corazón.

Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado,
No me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás;
Los favores recibidos creo habértelos pagado
Y si alguna deuda chica sin querer se había olvidado
En la cuenta del otario que tenés se la cargás.

Mientras tanto, que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros,
Te sean una larga fila de riquezas y placer;
Que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos
Que te abrás en las paradas con cafishios milongueros
Y que digan los muchachos: “es una buena mujer”.

Y mañana cuando seas descolado mueble viejo
Y no tengas esperanzas en el pobre corazón
Si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo
Acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo
P’ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.