viernes, 12 de abril de 2013

Volver a buscar pareja


Volver a las pistas en la era facebookiana


Quien se separa tras años o décadas de estar en pareja, al intentar volver al ruedo se encontrará hoy con modalidades que cambiaron sustancialmente.
A adultos de mediana edad, la nueva soltería les depara sorpresas: algunas son sutiles, pero a otras cuesta acostumbrarse.
Aunque los cambios se vienen dando al multiplicarse las formas de comunicación, podemos analizar ciertas contras que a veces acarrean. Conocer los nuevos estilos de relación, siempre ayuda a adaptarse.
Hoy hay tener en cuenta algunas cuestiones:


Ya no hay citas a ciegas.
Aquél sistema que organizan amigos o familiares donde las personas a conocerse no sabían nada previo el uno del otro, casi no existe más. Esa cita a ciegas está en extinción; ya que hoy se exige nombre y apellido del otro para buscarlo en Internet y chequear de quién se trata. Antes de aceptar una salida se corre a entrecomillar al otro en Google y la mayoría de las veces no se sale si no se obtienen datos.


-A favor: Se allana el camino. Si la persona a conocer tiene Linkedin, Twitter o Facebook, hará visible su estilo, ocupación, gustos y hasta grupo familiar antes de mostrarse personalmente.
Inclusive, cualquiera puede volverse deseable con una buena exhibición virtual.


-En contra: Por alguna foto o comentario puede inferirse muy prematuramente que el otro no es compatible y, prejuzgando, arruinar la posibilidad de un encuentro beneficioso.





Ya no se habla por teléfono.
Para gente de hasta 40 años, se usa el mensaje de texto en cualquiera de sus formas. Si se llama se considera que hay demasiado interés. Se volvió demasiado íntimo o hasta invasivo; hoy casi se pide disculpas al llamar al otro a su celular.
El teléfono está demodé, salvo para mayores de 50, que aún no se acostumbran demasiado a chatear. (Porque además, no siempre andan con lentes encima o el ipod, como los jóvenes que lo llevan pegado a la mano.)


-A favor: Se es más creativo. El escribir exige pensar. (Twitter, por ejemplo, presenta el desafío de ser ingenioso en unas pocas palabras.) El lenguaje escrito del chat tiene otros tiempos y se piensa más antes de expresarse. 
Además, es gratis.


-En contra: No hay tonos: el texto puede malinterpretarse. Y si falla, puede parecer mala intención. El no recibir o enviar un mensaje a veces se confunde con escurrirse. 



(Uno escribió: “con tanto facebook ya no se puede ignorar a alguien tranquilo.”)



No se planifica en firme.
Se deja librado a cambios y reconfirmaciones antes de verse finalmente. Se evita hacer planes fijos y si se hacen, se asume que pueden ser cancelados a último momento. Hay “actualizaciones” permanentes, como si todos estuvieran muy ocupados. El motivo oculto suele ser especular con otras opciones. Se dice “hablemos”; se queda en el aire, se deja “fluir”.

-A favor: La independencia; la autonomía. La valoración de los espacios personales y el aprendizaje y compromiso con uno mismo y sus ganas, antes que el correr a “abrochar” con alguien. El respetar los tiempos propios y del otro; y adaptarse a cambios. “Hacerse amigo” del caos o la incertidumbre.

-En contra: La ambigüedad y vaguedad. La imposibilidad de comprometerse. Se forma un círculo vicioso en el cual pareciera que nadie termina de estar satisfecho con nadie, ni solo. Especulando siempre con algo mejor, puede uno quedarse “sin el pan y sin la torta.”


 


El zapping hoy ya no es exclusivo de la tele; ha llegado a las relaciones. Buscando el amor, podemos “cambiar de canal” rápidamente, así como también pueden hacerlo con nosotros. Desde que el sexo se consigue más fácilmente, el amor se ha puesto más difícil. Pero no es imposible: y cuando sucede es hermoso. Saber cómo están las cosas es cuidarse mientras se lo busca; para no quedar vacío o resentido al jugarse todas las fichas a un número que no sale.

La buena noticia es que lo virtual no implica menos sinceridad si no más. 
Conocernos, acercarnos y tener claros los planes de cada uno es un claro camino para el encuentro entre pares.
Y la vida, como dijo Vinicius, es el arte del encuentro.



1 comentario:

  1. Me encantó Pablo!!! Fresco, actual y con mucha onda!!!
    Así como para Vinicius "la vida es el arte del encuentro", también otros mensajeros, trovadores u oradores han intentando inspirarnos y alentarnos, quizás sabiendo que la tarea no nos sería simple! Por ej, para Martín Buber "toda vida verdadera es encuentro". Y allí andamos todos nosotros, inventando caminos, laberintos, atajos o lo que vamos pudiendo a cada paso, para encontrarnos y darle así un sentido más profundo al respirar.
    Gracias por compartir!

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