Te estás hamacando.
Llegás arriba, bajás hacia atrás, llegás arriba, bajás adelante.
Al llegar arriba-arriba, adelante-adelante, alto bien alto, hay un instante en que te detenés en el aire y la hamaca frena. Ese momento es algo parecido (o tal vez es) a la gravedad cero. Es algo parecido al compás de espera. Es parecido a estar en ascuas.
Al vértigo. A la liviandad. A “¿cómo sigue esto?”. A no saber a qué atenerse. A “qué loco lo que nos pasa”. A “¿y si nos quedamos acá?”. A las burbujas. A “sacá la foto ahora porque después sale movida”.
Es el presente. Es el ahora o nunca. Es el “ahora qué hacemos?”.
Después, mal que nos pese, caemos de nuevo.
Pero la vida pendular, siempre te da revancha.
En el arriba-arriba siempre vuelve la ilusión de la liviandad.
Qué lindo es estar en ascuas.
qué lindo es estar!!!!!!! Sil
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