viernes, 16 de noviembre de 2012

Qué pibes. Dios mío.






y además... Mirá qué letra se mandó Cadícamo:


"Qué noche llena de hastío y de frío. El viento trae un extraño lamento.
Parece un pozo de sombras la noche; y yo en la sombra camino muy lento.
Mientras tanto la garúa se acentúa con sus púas
en mi corazón..."
 (cómo puede el tipo encontrar la palabra púas para rimar ahí. Eureka, maestro.)

"En esta noche tan fría y tan mía
pensando siempre en lo mismo me abismo 
   (me abismo??? qué genio. abismarse, como verbo... -‘tener el espíritu o la atención absorbido por algo’,    ‘entregarse del todo a la contemplación, al dolor, etc.)
y aunque yo quiera arrancarla, desecharla y olvidarla
la recuerdo más."

"¡Garúa! Solo y triste por la acera 
va este corazón transido, con tristeza de tapera.
(ja, tapera... habitación ruinosarancho humilde y abandonado, o en muy mal estado de vivienda; o en ruinas/ "bulín misho")

Sintiendo tu hielo,
porque aquella, con su olvido, ("aquella". capo. argentinazo. es como decir "quía".)
hoy le ha abierto una gotera. 
(o sea, al cuore le hizo una gotera! llueve porque ella lo olvidó!!...)
¡Perdido! Como un duende que en la sombra
más la busca y más la nombra...
Garúa... tristeza...
¡Hasta el cielo se ha puesto a llorar!"

"¡Qué noche llena de hastío y de frío!
No se ve a nadie cruzar por la esquina.
Sobre la calle, la hilera de focos
lustra el asfalto con luz mortecina.
Y yo voy, como un descarte, (sí. No podés usar la palabra descarte ahi! Sos Keith Jarrett. Eso es encontrar oro improvisando. maestro, te imagino iluminado ante la aparición de la palabra, hermosa y justa.)
siempre solo, siempre aparte,
recordándote.
Las gotas caen en el charco de mi alma
hasta los huesos calados y helados
y humillando este tormento
todavía pasa el viento
empujándome."

En fin. Ya está...
No más preguntas.

1 comentario:

  1. Todo vacio. El corazon perforado, el abismo, la pobreza. Una genialidad.

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