La mayoría chocaba de costado y sonriéndose, como pidiendo disculpas. Si lo hacían de frente de tanto en tanto, era a un amigo o familiar.
Yo siempre preferí ir rápido, esquivando a todo el mundo, evitando colisionar. Claramente, nunca me gustó confrontar.
También estaban los pseudo psicópatas que buscaban chocar fuerte y de frente, a diestra y siniestra. Sobre todo a siniestra.
(A estos últimos seguramente les ha ido mejor en los negocios. Es una suposición prejuiciosa; pero me recuerdan al Señor Burns.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario