Siendo una de las
cosas más lindas que tiene la vida, la amistad, tiene sutiles diferencias entre
varones y mujeres. Hurguemos en algunas cuestiones.
Las mujeres, si
bien estrechan lazos de por vida, son más pasionales en sus amistades. Cuando son niñas pequeñas ya hacen grupitos
y fomentan rivalidades. Ya de bien chiquitas, van aliándose entre ellas, unas
contra otras.
-Difícil que pase
eso entre varones.-
La traición de una
joven a otra es algo más común; el varón tiene más códigos y si alguno se mete
con la novia de un amigo, representa un agravio sin vuelta atrás; enseguida es
denostado y, considerándose que tiene “problemas”, condenado al destierro del
grupo de pertenencia.
Hay mujeres que se la pasan desconfiando de otras porque en el fondo
las ven como rivales ante los hombres. Como si de una competencia se tratara.
Esto puede ya venir desde la cuna; en el disputarse, con mamá o las hermanas,
la atención de papá. Es un clásico; e instaló aquella hipótesis de que “dos
mujeres nunca son amigas, si no aliadas contra una tercera.”
Este tipo de chicas suelen llevarse mucho mejor con amigos varones
(gays o heteros) que con amigas.
Hay también otras que
compiten pero lo asumen: esto es más sano, ya que son concientes de que, por
ejemplo, les resulta más fácil apoyar en
la debilidad a una amiga, que acompañarla en sus éxitos.
Puede ser tu mejor amiga: cuando está soltera la tenés pegada. Teje
lazos de hermandad, pero así como es de entrañable, de pronto se vuelve extrañable:
apenas se pone de novia desaparece y no la ves más. Es de las que supeditan
su vida al amor; si bien puede entenderse, su accionar es algo egoísta.
Dependiente de “él”, ya volverá a aparecer cuando “él”, pase a ser pretérito.
Amistad
HOMBRE - MUJER:
Por supuesto que es
posible. No habiendo atracción, funciona bárbaro. Se da cuando hay admiración mutua, diversión, o
empatía. Puede haber atracción en una de las partes, y ahí también funciona; siempre y cuando no supere una leve tensión
sexual o una mínima expectativa que no corte el fluir ni haga sufrir al
interesado. Puede también haber “pasado algo” que luego se apagó y dio paso
a una amistad en la que ambos saben que el sexo arruinaría todo.
AMIGOS
“CON DERECHOS”:
Es un mito.
Mentira. Funciona bien en películas de Hollywood con Jennifer Aniston o
símiles. Dura un breve lapso hasta que uno de los dos la pasa mal. El sexo
nunca es “gratuito”; a la larga siempre habrá coste emocional. En algún momento
sobreviene el “¿nosotros qué somos?”
y se termina de pudrir todo.
REDES SOCIALES Y
“SOLIDARIDAD DE GÉNERO”
Una amiga me contó
que venía chateando en facebook con un tipo que le tiraba onda, pero en cuyas
fotos se lo veía con esposa e hijos. Mi amiga, enojada, quería
“desenmascararlo.” ¿Cómo es que andaba flirteando con mujeres online, si estaba
felizmente casado? Merecía el muy pillo que lo expusiera ante el mundo. Yo
intercedí censurándola rápidamente; pero ella se sentía en la obligación de
solidarizarse con la mujer del tipo y en esa acción, con todas las mujeres.
Y eso es muy
femenino.
La red formó
“amistades” particulares; unió gente de opiniones comunes; cantidades de mujeres postean mensajes altamente íntimos, con
despecho y ponzoña, dirigidos hacia el tipo abandónico. Procurando la empatía de sus congéneres, confiesan públicamente
desamores y traiciones, enamoramientos o
citas, con detalles como para vergüenza ajena.
Lo llamativo es que
para un hombre es todo lo contrario:
difícil que ellos ventilen sus planos sentimentales en la red; a menos que
estén muy pollerudos o remando una
situación con su chica. Tampoco harían el tipo de confesiones despechadas donde
fueron dejados de lado o no los volvieron a llamar.
Respecto a la
infidelidad, por ejemplo, la mayoría de
ellas gozaría de un escrache generalizado a un varón infiel; algo que jamás se
les cruzaría hacer a ellos.
La solidaridad de género, por lo tanto, es
considerada al revés por hombres y mujeres, al menos en ese rubro. Ellos nunca “mandarían al frente” a
alguien, mientras ellas casi sienten obligación moral ante las otras. (El
estilo cambió: hace 30 años se usaba el “llamado anónimo”; una señora llamaba a
otra ocultando su identidad para informarle: “lo han visto a su marido con otra
mujer”. Hoy se etiquetan fotos comprometedoras o directamente se cuenta a todos
los contactos de la red una infidelidad o ruptura.)
Y viene al caso un chiste
que grafica bastante la cuestión:
“- AMISTAD
ENTRE MUJERES:
Una mujer vuelve de pasar la noche fuera de
su casa y le dice a su marido que durmió en lo de una amiga. El tipo llama a
las 10 amigas de ella para confirmarlo.
5 niegan que su esposa se hubiera quedado a
dormir.
3 dicen que no la ven hace meses; otra le
recomienda un abogado y la última… lo invita a tomar algo con ella.
- AMISTAD
ENTRE VARONES:
Un hombre vuelve de pasar la noche fuera de
su casa y le dice a su mujer que durmió en lo de un amigo. La mujer llama a los
10 amigos de él para confirmarlo.
5 le confirman que él se quedó a dormir con
ellos.
2 le dan detalles adicionales de la visita;
otro le dice que acaba de irse de su casa y 2 le aseguran que aún se encuentra
ahí.”
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